Operación-derivación-gástrica

La derivación gástrica es útil en la diabetes pero no la cura.

Las personas con diabetes en etapa más temprana y menos grave se benefician más, según el estudio de la Red de Investigación de HMO.

Después de la operación de derivación gástrica, la diabetes se mantiene en remisión en algunas personas —a menudo incluso antes que bajen mucho de peso—. Así que ¿significa esto que la operación gástrica «cura» la diabetes? No necesariamente, según el estudio demográfico más extenso sobre los resultados de la diabetes a largo plazo después del procedimiento quirúrgico bariátrico. En la mayoría de las personas que participaron en el estudio, publicado en la versión en línea antes de en la versión impresa de Obesity Surgery, la diabetes nunca remitió después de la operación gástrica o bien presentó recidiva al cabo de cinco años.

De los dos tercios de los pacientes que participaron en el estudio cuya diabetes al principio remitió, más de un tercio volvió a presentar diabetes al cabo de cinco años después de la operación gástrica. Luego de añadir la cuarta parte de los pacientes cuya diabetes nunca remitió después de la operación, una porción considerable (56%) de los participantes en el estudio no tuvieron remisión duradera de su diabetes después de la operación gástrica. Sin embargo, cuando remitió la diabetes, según las extrapolaciones del equipo de investigación, se mantuvo en remisión durante una mediana de ocho años.

¿Qué clase de personas obesas con diabetes de tipo 2 tiene posibilidades de beneficiarse más de la operación gástrica? «Nuestros resultados indican que después de una operación gástrica, la diabetes se mantiene en remisión por más tiempo en las personas cuya diabetes era menos grave y estaba en una etapa más temprana cuando se llevó a cabo la intervención quirúrgica», dijo el investigador principal Dr. David E. Arterburn, MPH, médico internista general e investigador asociado en el Group Health Research Institute. «La operación gástrica no es para todos» dijo. «Sin embargo, estos datos indican que una vez que se padece diabetes y se tiene una obesidad grave, hay que tomarla muy en cuenta, aun cuando no parezca curar definitivamente a la mayoría de los pacientes».

En el estudio multicéntrico se hizo seguimiento a 4434 adultos de Kaiser Permanente Northern California, Kaiser Permanente Southern California y HealthPartners durante 14 años: de 1995 a 2008. Los grupos de investigación de estos tres sistemas de atención sanitaria integrados —y el Group Health Research Institute, donde se analizaron los resultados del estudio— pertenecen a la Red de Investigación de HMO. Los pacientes tenían diabetes de tipo 2 que se controlaba con medicación o de alguna otra manera y su grado de obesidad era tal que tenían indicaciones para la operación de derivación gástrica.

«La diabetes es una enfermedad cada vez más frecuente que tiende a empeorar de manera inexorable», dijo el Dr. Arterburn. Más de 25 millones de adultos estadounidenses padecen diabetes —y a medida que envejezcan las poblaciones y se mantengan aumentando de peso, cabe esperar que 50 millones la padezcan hacia el año 2050—. De hecho, la diabetes ya representa 5% de todo el dispendio de Estados Unidos en atención a la salud. Además, incrementa el riesgo de ceguera, nefropatía, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y mortalidad.

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